Mi corazón confitado
en rocas y saberes,
en heridas y fantasmas,
en ausencias y quereres.
Vencido en la viña,
herido a quemarropa.
Fue casi aniquilado
mi corazón entre las rocas.
Nuestro sitio más glorioso
en latidos conjugado.
Donde el sol es contagioso
mi ángel no es amargo.
Sé corazón y no serpiente
oh, amor reconciliado.
Encuentro en tus mieles
tus espinas sin pecados.
Citlali Zárate
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