Y era febrero
y su luz y su sonrisa
no dejaron de brillar.
Y era febrero
y las noches
y las nubes
y los sueños.
Y Citlatzin en el cielo.
Y allá arriba, despejado,
se han marchado las ovejas
para darle paso al sol.
Y era febrero
y Citlatzin en el cielo.
y explosiones de poesía
dan paso a la primavera
encendiendo su recuerdo.
Y era febrero
y su luz y su sonrisa
no dejaron de brillar.
Fernanda Sánchez Arévalo
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