miércoles, 20 de noviembre de 2013

Nuevo aire... y de nuevo... ¡al aire!

Como este espacio ha permanecido inmaculado por mucho tiempo, ya es hora de ocuparlo, nuevamente se abre una esperanza (la mía). Así que demos parte a la literatura, a la libertad.

Espero iniciar esta etapa con obra propia de narrativa y poesía, ellas que con su imparable existencia nos muestran a diario lo terrible, lo esperanzador, la vida y la muerte conjugadas en palabras, en ideas, en voces que callando comunican, que aún hablando permanecen en silencio, expectantes de un ojo lector, de un escrito que las acompañe, que las guíe, que las esclarezca... iniciemos pues con los poemas que han sido publicados tanto en el libro Memoria I  y en la Revista Abiert@ de los (ex) Adict@s a la poesía (www.adictosalapoesia.org) [1,2].

También habrá aquí lugar para comentarios sobre literatura desde luego. De nueva cuenta, ojalá que este escaparate brinde parte del cobijo necesario para el estío que vivimos actualmente. ¡Bienvenidos!

Cotidiana lucha
El amor nos acerca a lo improbable, a lo inverosímil, a lo falso.
El odio en cambio, nos hace veraces, nos aproxima a lo probable, a lo real, a lo verdadero:
la destrucción es segura y todo es destructible.
Me gusta ser falso.
WALR
 Me gustan los imposibles
voy en pos del infortunio
busco la saciedad del mar en las arenas del desierto
atravieso mis ojos con las espinas del desengaño
perforo mi carne con el filo de la desventura
quemo mis oídos con las cera hirviente de la mentira
horado mis dientes hasta el nervio, con el taladro del duelo
quebranto mis manos buscando tocar lo inasible: la verdad
rompo mis venas con la punta de la desilusión
y todo, porque creo en los hombres, en los poetas, en los músicos, en los científicos, en los niños.

 Sin embargo, se necesitan glorias más altas
que mi endeble intento de ser sol de primavera,
las tinieblas son su vestido y su alimento,
de vez en cuando, me sumerjo en ellas,
hasta el fondo del placer insensato,
del dulce y abrasivo egoísmo,
y me vuelvo metálico arbusto, perdido en cualquier bosque maldito...

 ¡Ea pues!, que seguimos siendo humanos y gusanos,
¡ea pues!, que sigo buscando lo improbable en la seguridad tibia de mis manos...
¡ea pues!, que sigo encontrando brillos en las cuevas más profundas,
en los más despoblados llanos.




[1] Memoria I. Colección: Versodestierro expreso. ISBN- 978-607-00-0290-8. Editorial: Versodestierro. 1a. Ed. ISBN: 978-607-00-3475-6. 152 págs. (2010).


[2] Publicación en la revista Abiert@ del Colectivo Adictos a la Poesía en los números 1 (septiembre-diciembre 2010, 2 (enero-abril 2011), 3 (mayo-agosto 2011), 4 (septiembre-diciembre 2011), y 5 (enero-abril 2012).