miércoles, 7 de marzo de 2018

El poema y las editoriales

Un poema evoluciona
lentamente.

Tal como las líneas
de expresión del rostro.

De pronto, una mañana,
lo codician las jovencitas,
le ofrendan su frescura.

Y las veinteañeras,
su amplia publicidad.

Las cuarentonas
se lo quieren quedar
ofreciendo su experiencia
de publicadoras maduras.

Pero él sólo sonríe,
recuerda nostálgico
su impudicia,
su impotencia,
y las tiernas edades
de la hoja en blanco.

[inédito]