sábado, 29 de enero de 2022
Desde aquí
Desde aquí
desde la pluma reticente a escribir
y el mal sabor a boca
y rodeado de COVID
Sobre la rodilla que me carga
y que me grita que ya no soporta
Desde aquí mi queja decenas de días
Comienzo de año
me acuesta Enero
Añora por su salud
mi pata de perro, domesticada por el dolor
La vida corre, mis sueños no vuelan
y el claustro se antoja bueno a menudo ...
No hoy
A veces me encuentro
con cosas inspiradoras
cuando me dan ganas
de ver las ficticias redes
Dónde alguien comparte
alimento para el espíritu
Sentimientos acomodados
En una rola
una pieza de instrumento
Unas letras
Una imagen ...
con esa cosa ... Universo
que a través del ojo, del oído
une a muchas almas
por eso y esperando
que a alguien le sirva
asomarse por esta ventana
comparto estas desabridas letras
y estos momentos robados a la montaña
que cura y es un milagro en sí
No hace milagros por rodillas incautas
pero nos murmura las ganas de vivir
M.D. 26/01/22
Lo bonito de ser nube
Lo bonito de ser nube es que también te puedes precipitar
Cuando uno se siente en las nubes
Lo mejor que se puede hacer es creer
Creer en lo que se siente
Porque el sentir no piensa
Y las nubes son agua
Es decir vida
En su más sublime forma
Es la ternura del agua
La caricia a las ramas y a las yerbas
Ser nube es un estado
Y como no dura para siempre
Es bonito ser infinito
En el instante
Cómo el dragón de nubes
Cómo la mujer de nubes
Ser nube es ser más cosmos y menos carne
Aunque en ella enjaulado se esté
Ser nubes es ser liguero
Y del suelo desprender los pies
Más no las raíces
Ser nube es cambiar las dimensiones
Extender los sentidos
Y tal vez entregarse a
La locura libre siempre
Otra vez ...
M.D. 03/01/22
PAX Sideralis
Avanzó hasta que sus pies tocaron el agua que, ondulosa y brillante, mojaba los labios amarillos de la playa. Un beso repetido y fugaz. En su casco, aún pendía el águila morena enfurecida, desgastada... nostálgica. Bajó el arma. La punta siseante provocó un vórtice en el líquido.
A lo lejos, su compañero yacía tendido. Recordó cuando venían aquí tras escaparse de la escuela.
Ahí estaba, negruzco, abiertas las entrañas cual paraguas invertido del que emanaban
jugos y gases, y el dolor que a él le inundaba el pecho.
La sirena aulló nuevamente. Apretó los dientes. Otro ataque estaba en curso.
Color de cuarentena
El techo de la habitación se encontraba cubierto de paraguas amarillos. Ella volaba al rededor. Recien comenzó la cuarentena adquirí el habito de pasar el día recostada mirando al techo.
Una tarde lluviosa, él, quizás con el afán de hacerme salir al patio, me regaló un paraguas. Era amarillo intenso. Le dije que trajera más de ese color. Siempre eran tonos y tamaños distintos. No había tiendas abiertas, sin embargo, Jesús los conseguía para mí.
Un día le pedí material para crear una obra de arte. ¿Yo era artista? No lo recuerdo. Trajo todo y me abandó, parece ser que se cansó de mi letargo. No me importa. Creé mi propio cielo.
A veces oigo que deja comida en la alacena y cuando el hambre es insoportable me paro y como algo. Ayer comencé a ver una playa. Cierro los ojos, la contemplo y escucho una voz que me llama, volteo al cielo y es un aguila que me dice: ven, ven... ¿o será una gaviota? Da igual, si quiere que venga ella, aquí la espero.
Alma
Dicen que es lugar común,
que los poetas no la nombran,
que debería de evitarla,
pero a ella debo volver.
No sé si ella es quien añora
o soy yo que la extravié
y ya no pudo encontrarme.
Tal vez ella es la que busca
aquel lugar primigenio,
¿o soy yo -que la extravié-
y ella es ese lugar
que no volvió con el canto?
Busco en ríos, mares y lagos,
da igual la forma del agua,
sé que ahí nos encontraremos.
viernes, 28 de enero de 2022
viernes, 21 de enero de 2022
Lagos
Volví de las tinieblas de la ausencia para verlo tendido al sol como cuero viejo flotando a sus anchas. Ella me avisó. Que volviera si la quería. Le dijeron que borracho se había ahogado.
No le perdono cuando me correteó con la valentía del puñal en mano. En la huida, acicateado por un piquetazo, resbalé por las escaleras hasta el boquete donde comienzan los lagos.
-Nada renacuajo. El lago es mío, te lo presto, a mi hermana no.
Salí huyendo de Xalapa. No fui el único.
Cuentan que alguien le regaló un chapuzón sin retorno, su lago en la garganta.
#ViernesDeBocadillos 21Enero2022
Casa
El mundo lo formó un quelonio, le dijeron, escarpado y montañoso como su lomo, suave y profundo como su vientre. Aunque haya noches obscuras y brillantes amaneceres, ambos nos traen lágrimas, cual desove sagrado. Al parir al mundo la tortuga primordial dio su última bocanada. Su saliva formó el mar y su aliento el cielo.
El capitán, explotador y mujeriego, siguió en la mesa desollando a la Laúd. Al último corte su corazón se tornó una masa, una disolución sanguinolenta.
Paredes afuera, el sabio comcaac agitaba un caparazón. Sereno liberaba a su hija, daba equilibrio a la casa, al universo.
#ViernesDeBocadillos
21Enero2022
domingo, 16 de enero de 2022
Amaranto
Tomó temblorosa la cuchara. Derramó parte del contenido. Éste se esparció en la negra superficie a velocidad sideral. Hubo ante sí una galaxia de constelaciones centelleantes cual la de afuera, tras la escotilla de la nave.
Sonrió y olvidó el acoso del gringo Seth, las extenuantes pruebas preparatorias...
El primigenio cereal le evocó cuando lo cultivaba bajo el sol con su abuela María Sitlalmatini. Al final de jornada soñaba viajar a las estrellas ahora reflejadas frente a ella.
El mejor alimento, salvado de la ignorancia invasora hispánica, alimentaba su cuerpo y deseo con el doble nutriente de esperanza y felicidad.
16Enero2022Amaranto*
Te recuerdo flaco, cargando una bolsita con amaranto. Decías que podías sobrevivir comiendo solo eso. Uno de los alimentos más nutritivos que conocías. Tu carrera de biólogo te había permitido aprender un poco sobre la alimentación.
Habías regresado sin dinero, después de vivir en Canadá con una chica que te introdujo más en las drogas. Eso lo supe ese día, pues me contaste que fumabas marihuana desde la preparatoria.Yo aún me alimentaba con la idea de que eras para mí.
Que absurdo me parece todo en retrospectiva: tu "naturismo", el primer y último "güey" que escuche de un hombre hacia mí; la tarde en que comencé a perder el tiempo pensando en ti; tus palabras cuando te mostré emocionada un libro de comunicación no verbal: "tú te quieres comer el mundo a puños y aún no te has lavado las manos"; mi necedad.
Después de veinte años, ya te has tragado al mundo -aunque olvidaste lavarte las manos-.
Yo comencé por lavármelas y ya no sueño con comerme al mundo, sin embargo, me nutro de amaranto y muchas cosas más.
Aquel día no fue el último que te vi, ni el último en que hablamos de alimentos, pero quizás fue entonces cuando comenzaste a difuminarte y pasaste únicamente a formar parte de esa etapa en que no cuidaba mi alimentación.
#FernandaSánchezArévalo