viernes, 19 de septiembre de 2014

Locura


Locura que a mí acude
y me injerta una corteza
que no es la mía,
me deja sólo el cerebro
del reptil que siempre he sido,
culebra de río,
tortuga de tres lomos,
pochitoque sin más ambición
que hacerse al agua.

Locura que acude a mí,
y me inserta ideas
de escarabajo renuente
a la evolución,
me encierra
en los metros de piel
que unos genotipos extraños han creado,
me vuelvo caja de obscuridad
y tengo el deseo de verte sangrar,
bajo mis manos llenas de dientes,
fenotipos de la furia y el rencor.

Viene, en forma de hechicera blanca
con delgado cuerpo,
con pelo negrísimo,
cual sus intenciones de carnicera insaciable.

Viene y me besa,
sus labios son prisión,
me envuelven también.

Nace entonces en mi ser,
una cola de escorpión,
repleta de mentiras
veneno casi infalible,
busco hundirlo en tu carne inocente,
receptáculo de mi furiosa
ansiedad de tu muerte.

Locura, acude sin falta
cuando carezco de luna
cuando me falta el sol
de una sonrisa,
de la luz de una mirada,
su secreto florido.

Llega, y con sus manos suaves
deja en las mías una espada,
lengua de cascabel
soberana de la calamidad.

Pruebo sus filos
con mis pensamientos más nobles,
los decapito insensible,
ensayo tu futuro,
pruebo su venenoso poder
con mis esperanzas más cálidas,
les inyecto, rabioso,
la poción definitiva,
caen cual tu cuerpo
en cuanto llegues.

Viene con rostro
de mujer morena
y se apodera de mis músculos,
los revienta,
mis extremidades muta
en miembros de pantera
y salgo a cazarte
con la sola tarea
de ver tu cuerpo descuartizado
de clavar mis ganas
en tu espalda
y mis colmillos en tu vientre.

Acude a mí,
con un cuerpo estampado,
con motivos de guerra,
mi deseo se torna ansiosa rabia,
por cada célula
nace de mí una libélula
devoradora de cuerpos humanos
con baba anticoagulante
y dientes de tiburón,
salgo hecho un ejército siniestro,
sigo tu rastro
y el de tus acompañantes,
no quedará nada apenas llegue.

Viene con rostro de plata,
piernas de cobre,
corazón de acero,
sangre de mercurio
y semblante de titanio.

Viene disfrazada de mujer trigueña
de boca esplendorosa
piernas magnéticas
pubis extenso
y glorioso pecho,
suave como el perdón.

Viene y me enseña
los secretos del delirio,
los irreconocibles gritos
de la desesperación,
la amargura del dolor
causado en vano.

Viene y me deja por ojos
dos lanza-llamas
por saliva una clorhídrica fórmula,
por lengua una ballesta
y por razones mil flechas,
con cabeza de rico uranio enfurecido.

Me deja cinco dagas en cada mano,
y un deseo incesante de rebanar
la vida que a mi paso crezca.

Me deja la voz hecha herramienta
de la histeria,
la neurosis como lenguaje,
la diatriba como estilo predilecto,
la ofensiva palabra como único destino,
producción automática del rencor
con que me dota.

Me deja pensamientos asesinos,
persistentes intenciones de matar
un arsenal de reproches
y una colección de traiciones atroces.

Cuídate de mí,
cuídense todos
la demencia ha llegado,
huyan de mi alcance,
ya que yo no puedo hacerlo.

[3] Revista el Humo. Arte y Cultura, 08-2014. http://www.revistaelhumo.com/2014/08/poesia.html

domingo, 9 de marzo de 2014

Poesía en inglés con acento - Broken English Poetry

Como resultado de algunos intentos por escribir en inglés, y como una dinámica de grupo en un club de conversación en inglés, cuyo propósito era revivir uno de aquellos martes de poesía, organizamos, en martes, una lectura de poesía y al final un intento de escritura colectiva a propósito de lo que puede inspirar el país de procedencia.
A continuación, una muestra.
[These are the writings of the group of ICafe that participates in a poetry experiment regarding to the feelings that inspire to think about our own country.]

England
Please drive on the left,
Queue for your bus, and
God save the Queen.
                Paul Goodwin

Poland
Cities, towns, villages,
forests, windows, mountains, valleys
many colours, many smells…
Just the Homeland!
Monike

Spain
We never learn from our own mistakes,
and we are tired of those who lead us.
Carlos Moreno Dorado
Italy
The sun, the sea, the wind.
                Jolyon
Sweden
The forest always welcomes me home.
When the wind blows I heard the rustling sounds of leaves I sing alone.
Your forest always welcomes me home.
                Mariam Najjuma

Kazakhastan
Belong to you my heart, my hands
My country under sun
My everything, my motherland
I love you Kazakhaztan!
                Duman

Turkey
I
We need lots of trees
We need food and life
We need water
We need to love.
II
Fly bird, fly
To take me when I was born
I miss you my mother and father
Fly bird, fly
To take me on other life.
                Sevgi

Chilli
I
I’m little, like a grain of Chilli,
But I have a great heart
for love you with all myself.
II
A wide and longest country in South-America
Is my lovely Chilli, with friendly people whom never think two times to help you when you are in problems.
Chi Le
Chi chi chi le le le
Alive Chilli!

Mexico
My country is the land
where the stars of the sky
are the adornments
of the skin of the jaguar.

                Arturo.

miércoles, 22 de enero de 2014

Palabras vacías

Las palabras vacían
su contenido
como colmillos
de cascabel
en la mordida,
última defensa
del benigno ser
que repta la casualidad
de la vida.

No es emergencia fortuita
que no encuentre norte
ni estrella guía,
es consuetudinario proceder
mi errado navegar,
de tiburón senil,
que surca la oquedad,
sin encontrar
tu mar.

Templadas aguas me rodean
azules, verdes, renegridas,
silencio informe,
agua salina,
extensión vacía
de tus colores,
tinta transparente,
sin rubores.

En ella se sumerge
mi deseo, mi anhelo,
y siento los filosos
colmillos despiadados,
de las pirañas siniestras,
encarnación punzante
de mis culpas,
pagadas a fuerza
de mandíbulas furiosas,
siento el ardor
de mis errores,
tan pretéritos
como los dioses del agua.            

Es entonces que las palabras
brotan como gotas de savia,
lágrimas de reptil alado,
que mata mis ideas
con su sangre fría,
con su escamoso semblante,
brotan hasta hacerse
un charco de intención
redentora en el desierto
donde repta mi angustia.

Es cuando mi respirar
persigue tu nombre
en todo rastro del viento,
alzando la cabeza
a la bóveda negra
que es mi casa,
tu nombre grabado en las estrellas,
en la vía de neutle,
y no de leche,
grabado con púas de maguey,
acerada certidumbre
de mi orfandad de ti.

Y no lo encuentra,
se pierde en las carcajadas
que el gran cosmos
formalizado en destellos,
en flamígeros puntos
que relucen burlones
su lejanía de mis huesos,
de mis huellas,
se pierde y no encuentra tu nombre,
sólo da cuenta de mis
palabras vacías,
ya sin veneno
después de la mordida.

[3] Revista el Humo. Arte y Cultura, Enero-Febrero 2014. http://www.revistaelhumo.com/

sábado, 11 de enero de 2014

Tarde en la línea 3 [1]

La tarde es pesadumbre,
gente que duerme,
tubos brillantes,
gente que muerde,
asientos verdes,
piso deshecho.

Uno voltea y por todos lados... gente
un ramillete de manos, de ojos, de dientes.

Rosario de presuntos corazones,
óseos, inertes,
sangre color de vagón,
mobiliario de carne,
con blusa y tacón,
zapatos deportivos, zapatos reventados,
chanclas relucientes, botas calcáreas,
huaraches de sintética obsesión.

Manos morenas, rojizas,
blancas, pequeñas, amplias,
requemadas, tersas, arrugadas,
callosas constancias de trabajo,
anillados dedos largos,
pulseradas muñecas,
de ulcerada ilusión,
uñas largas, teñidas, relucientes,
vinílicas, poliméricas,
aladas mariposas de plástico aleteo.

Piernas cruzadas... sueño.

Una acordeón suave
irrumpe con su rojizo rostro ya viejo,
melódico canto,
armonía incansable, cambia notas por monedas,
monédico canto.

Su ejecutante, joven cadete,
en un vaivén que adormece,
firme su instrumento tuerce.

Todos somos piedras, paredes,
camaleones acorazados, serpientes,
una fauna que mirándose
se anula, se pierde,
el silbido alegre
mimetiza el cansancio,
el dolor.

Apenas un escote
desentume al de enfrente,
un ceñido pantalón
a las rocas estremece,
y su incómoda dueña,
se abre paso, lentamente,
mientras la primavera
en la piel le florece.

Un rostro de perfección deslumbrante
imanta miradas, deseos, pensamientos
que inundan el vagón,
tornan su naranja en verde
esperanza...
de tenerle,
de volver a verle.

Jóvenes gallardos roban miradas
de pupilas suaves, adornadas,
rodeadas de sombras polícromas,
pestañas espesas, sonrientes,
curiosidades fugaces de disimulada admiración.

Envuelve la tarde un calor que adormece.

Un libro se abre, letras borrosas,
incierto mensaje,
una estación adelante
vuelve a cerrarse.

Lectura imposible, calor abrumador, tarde que anochece.

El traje obscuro con corbata clara,
serpiente disecada,
se roza con la mezclilla
íntimamente insolente,
el peinado estricto con los picos estridentes,
el perfume reglamentario,
con humores malolientes.

Anillos, dijes, pendientes,
collares de tristeza hiriente,
esclavas de oro, esclavas de plata,
esclavas de alpaca, y esclavas de casa,
de oficina o taller,
todo se mezcla y se acomoda entre la gente.

La tarde se pierde,
entre túneles,
la estación aparece,
hacen dúo la ironía y el tedio,
se termina el viaje
y el almácigo de gente,
entre las escaleras
alega nuevos desaciertos.