miércoles, 17 de enero de 2024

Akapolko (Donde se arrasaron los carrizos)

 Las olas morían en la playa. Sonaban cada vez más fuerte, acercando el abismo acuoso a su chocita.

Imaginaba a John entrando en ella.

El viento, lobo rabioso, arreciaba sus resoplidos. En segundos todo se alzó en derredor.

Esa noche el cuchillo no hizo falta: él también voló, pero no en primera clase. 

Las casas arrancadas, La Costera destruida, tal como ella misma desde el orfanato.

Despertó bajo escombros. Sus piernas delgadas dolían. Sintió el horror de no vengarse.

Un rescatista le espetó:

-Volviste a nacer, Carricitos.

-¿De verdad? ¿Y seguir con vida de perra?. Pinche reencarnación. Tan invisible soy.


-Wulfrano-

No hay comentarios: